
Desde su punto de vista es correcto educar desde el insulto, ridiculizar y humillar para motivar, jugar es una pérdida de tiempo y es necesaria una fuerte presión para conseguir los mejores resultados. No importa ser feliz, importa ser el numero uno “los niños tigre se comerán a los niños oso ”primero académicamente y después laboralmente.
Un ejemplo que pone Amy Chua, es el del niño coreano que quedó de numero dos en una competición matemática ¿el castigo? 2000 problemas de cálculo antes de dormir hasta ser el número uno.
Las defensoras del estilo educativo “mamá oso” no nos vamos a callar ante esta aberración y maltrato psicológico al menor.
Es importante triunfar académicamente y profesionalmente pero es mas importante triunfar como persona, saber disfrutar de la vida, exprimirla, sacar hasta la última gota de felicidad, conocernos, querernos, vivir la amistad, el amor, apreciar una puesta de sol o un cielo estrellado, sonreír, dormir en paz..ese es el legado que le dejamos a nuestros niños oso una gran autoestima, paz en el espíritu y una gran fortaleza interior tan llena de amor propio y amor hacia los demás que jamás será víctima del agresivo y traumatizado niño tigre, al contrario, será tal su empatía que deseará ayudarlo y enseñarle a ser feliz.
La tiste señora Chua confiesa al final de su libro “me cuesta disfrutar de la vida…”¿es eso lo que deseamos que piensen nuestros hijos cuando sean adultos? esta claro que NO!